jueves, 30 de septiembre de 2010

I love Falset

Ya hace tiempo que es otoño en el Corte Inglés, pero hasta que con las últimas tormetas no hemos tenido que echar mano al nórdico no nos lo queríamos creer. ¡Jeje! Ya podemos ir preparando la cuchara para disfrutar de una larga temporada de sopas y cremitas. Hoy vamos a despedir septiembre con una entrada deluxe, una de mis palabras favoritas, habrá que darle algo de contenido al subtítulo del Haciendo Buenas Migas: recetas, calditos y otros placeres del arte del buen vivir. Recetas hay, aunque publique con cuenta gotas, calditos me parece que los últimos descubrimientos están pendientes, pendientes de incorporar en la bodega... y los otros placeres del arte del buen vivir, ¿Qué les ha pasado? ¿Me acompañáis? ¡Vamos a rescatarlos!

Breve historia del vino
Dudas razonables nos impiden saber si Adán fue tentado por una manzana o por una uva.
Sí sabemos, en cambio, que hubo vino en este mundo desde la Edad de Piedra, cuando las uvas ya fermentaban sin ayuda de nadie.
Antiguos cánticos chinos recetaban el vino para aliviar las dolencias de los tristes.
Los egipcios creían que el dios Horus tenía un ojo de sol y otro de luna, y el ojo de luna lloraba lágrimas de vino, que los vivos bebían para dormirse y los muertos para despertarse.
Una vid era el emblema del poder de Ciro, rey de los persas, y el vino regaba las fiestas de los griegos y de los romanos.
Para celebrar el amor humano, Jesús convirtió en vino el agua de seis tinajas. Fue su primer milagro.


Espejos: una historia casi universal, de Eduardo Galeano.


Así como un milagro, a primeros de mayo tiene lugar la Feria del Vino de Falset, capital del Priorat, se encuentra situado al sudeste de la comarca, en un valle rodeado de montañas, entre ellas la Roca Roja, el Morral y la Sierra de Llaberia y en el mismo centro de la cuenca del río Siurana, entre el Camp de Tarragona y el nudo del Ebro. Un pueblo encantador y todos los de su alrededor. Campos y campos de garnacha, cariñena, cabernet-sauvignon, merlot…Almendros y olivos ¡Aiii, ese aceite de arbequinas! Por instantes quedas anestesiada de la belleza del entorno. Pues como os iba diciendo, las románticas calles de Falset se convierten en un inigualable museo para acoger y mostrar los vinos de las dos denominaciones de la comarca: la DO Priorat y la DO.Montsant. Las bodegas ofrecen sus vinos en un seguido de paraditas que suben hasta el Castell del Vi. Se prueban vinos a través de un sistema de compra de vales de degustación. El Castell está abierto, son muchas las bodegas que también abren sus puertas y viñedos a los visitantes, se hacen catas profesionales en el instituto de secundaria, conferencias, catas de aceite, concursos, la cocina se viste de gala... ¡Hay que ir en vacaciones para hacer una ruta gastronómica! En definitiva, un sinfín de actividades que esperamos de un año para otro con una ilusión incontrolable. Esta festividad, como buena devota de Dionisio, permanece en mi memoria, en la categoría de “otros placeres del arte del buen vivir”. Un placer compartido con El Cuiner de les Emocions (¡Es fantástico! Cargó el maletero para que no faltasen existencias). Con frecuencia nos recreamos tomando uno de los souvenirs del Priorat. ¡Jeje!

A continuación los preferidos de esta edición,
fotos del álbum "Wines&Lovers" del Cuiner de les Emocions:


Solpost, DO Montsant



Perinet + Plus, DO Priorat




Clos Dominic, Vinyes Baixes, DO Priorat


Parada obligatoria en Gratallops, en el inolvidable Irreductibles (restaurante de dos estrellas de la enología, Sara Pérez y René Barbier hijo); exquisita cocina y un maridaje excelente.


El Cuiner de les Emocions se concentra en la extensísima carta de calditos


Ésta soy yo en las puertas del paraíso


En homenaje a l@s que estan de vendimia y a los amig@s de LaCopa (búscanos en el facebook, LaCopa amics dels vins)

este tartar de higos frescos y mozzarella, con crocanti de avellana y dados de moscatel:



Ingredientes para el tartar

- Unos 6 higos

- Una bola de mozzarella

- Un puñadito de avellanas picadas (para el crocanti preparar un caramelo y antes de retirarlo del fuego añadir las avellanas)

- Menta fresca y nata líquida para decorar

Preparación

-Pelamos y cortamos a trocitos los higos, a continuación cortaremos a dados la mozzarella. Mezclaremos con cuidado para que no acabe todo triturado y reservamos.


Ingredientes para la gelatina de moscatel

- 100ml. de moscatel

- 6 hojas de gelatina

Preparación

Pensad en hacerla unas 4 horas antes de montar el plato

- Ponemos a remojar las 6 hojas de gelatina.

- En el micro calentamos el moscatel. Escurrimos las hojas de gelatina y las incorporamos en el moscatel calentito, removemos hasta deshacer bien. Vertemos en un recipiente plano y cuando se haya enfriado lo guardaremos en la nevera.

- Para montar el tartar me ayudé de un aro (la medida utilizada en este caso da para dos comesales), el cual iremos rellenando, sacamos despacito hacia arriba y ya lo tendremos. Coronamos con el crocanti de avellanas.

- Desmoldamos la gelatina y cortamos a daditos. Decoramos con ella. Para destacar los colores jugué con nata líquida haciéndole una base. El toque final lo pone la menta fresca, al no tener a mano tuve que poner unas hojillas de albahaca para la foto. Lo ideal es el aroma fresco de la menta para seguir con una cucharada de tartar y después un dadito de moscatel, que en gelatina recuerda el sabor del higo seco. El contraste de sabores y texturas es fantástico.

Espero que os guste. Ya me diréis si es un bocado deluxe ¡Jeje!

¡Besos para tod@s, corazones!

Ahí van directos para Cairns dos besos graaaandes, para mis cuores aventureros.